Una pregunta frecuente que recibimos respecto de nuestras experiencias de gestación subrogada tiene que ver con cómo vivieron el proceso las gestantes de nuestros hijos.
Creo que esta anécdota resume la maravillosa mujer que gestó a nuestra hija y todo el corazón que puso en cada detalle: una vez producido el parto, le envié a Anna, su gestante, el video del test Apgar y unas cuantas fotos de la gordita recién nacida a su WhatsApp para que pudiera guardarlas de recuerdo.
Dos días después, al momento del alta (gestante y bebé reciben el alta al mismo tiempo) nos encontramos todos en el lobby de la clínica de maternidad: los vehículos del hotel llevarían a Anna a su ciudad natal y a nosotros a nuestro departamento en Kyiv.
En ese momento, lleno de abrazos y emoción, le entregamos a Anna nuestro regalo y nos sorprendimos al ver que ella también tenía una sorpresa para nosotros: a poco rato de dar a luz y con una de las fotos que le había enviado por WhatsApp diseñó desde su teléfono una imagen con todos los datos del nacimiento de Catalina, los tradujo al español con la ayuda de Google Translate y luego la envió a otra de las gestantes con las que compartieron casa en Kyiv (un amor que se ocupó de todo) para que la ayudara a imprimirla, enmarcarla y enviársela a la clínica de maternidad, y así Cata pudiera tener un recuerdo de su nacimiento. Incluso pensó en nuestro hijo mayor y le encargó un perrito de chocolate del íconico Roshen para que él también tuviera un regalo de su parte.
Este gesto tan dulce a poco de salir de la sala de partos ejemplifica su actitud y entrega en todo momento a lo largo del proceso de gestación subrogada y nos llena de alegría saber que nuestra hija fue cuidada durante nueve meses con tanta dedicación y cariño.
Tal es así que seguimos compartiendo con ella y su hijo de 7 años durante nuestra estadía en Kyiv, vinieron a visitarnos desde su ciudad y seguimos afianzando esta amistad que hoy felizmente continúa a pesar de la distancia geográfica.
Amor puro