¡Cómo explicarles la emoción al escuchar la noticia de que nuestro bebé había recibido el alta! Corrimos al hotel a buscar el bolso con todo lo necesario para su salida al mundo real y empacar nuestras valijas, y luego esperar ansiosos en el lobby el transporte del centro de subrogación, pero esta vez para volver de a tres.
Rebosantes de alegría y nervios observamos atentos las últimas indicaciones de las enfermeras, y digo "observamos" porque nos resultó más fácil interpretar sus señas y demostraciones ¡que comprender sus explicaciones en ucraniano! Por primera vez pudimos vestir a nuestro hijo con la ropita que con tanta ilusión habíamos elegido para él, y ¡todos listos para salir al mundo en familia!
De camino al departamento que nos habían asignado como nuestro hogar hasta el regreso a la Argentina, nos acercaron a un laboratorio para realizar los exámenes de ADN (un simple test de saliva) y en unos minutos llegábamos los tres a nuestra nueva casa.
En la entrada nos esperaba Lina (nuestra "housekeeper", como ellos la llamaban) para ayudarnos con el equipaje, y en la cocina nos había dejado un almuerzo al mejor estilo ucraniano que francamente no atinamos a probar, atareados desempacando todo lo que habíamos llevado para el cuidado de nuestro hijo e instalándonos en nuestro nuevo espacio. El departamento se encontraba equipado con una cuna colecho y bañera, y poco a poco iríamos haciendo propio cada rincón.
Próximamente les contamos cómo fue nuestro primer mes en familia en nuestro hogar de Kyiv, Ucrania, una etapa única e inolvidable de nuestra vida como padres.
También los invitamos a conocer nuestra segunda experiencia en gestación subrogada en Ucrania en un nuevo centro de subrogación, esta vez como familia de cuatro con la llegada de nuestra segunda hija.
Familia de Tres
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