Y llegó el día más esperado después del nacimiento: a los pocos días de iniciado el trámite de registro del acta de nacimiento ucraniana en Buenos Aires, recibimos la notificación del Consulado Argentino en Kyiv para informarnos que Cancillería Argentina les había dado la orden de emitir el pasaporte argentino de emergencia para nuestra bebé.
El Consulado nos propuso un horario al día siguiente para presentarnos en sus oficinas junto a nuestra hija y culminar los trámites de emisión del pasaporte.
Además de presentar nuevamente la documentación original, nos solicitaron una foto 4 × 4 de nuestra bebé con fondo blanco. Una vez que tomamos la foto desde el teléfono, la enviamos a nuestra coordinadora del centro de subrogación, quien se ocupó de imprimir un juego en papel fotográfico para que el Consulado pudiera incorporarla al pasaporte.
Fue ella quien nos acompañó al consulado, a bordo de uno de los autos del centro de subrogación, y como parte del trámite se encargó de los pagos en el banco correspondientes a la emisión del pasaporte argentino.
En el Consulado, se hizo la impresión de las minúsculas huellas dactilares de nuestra bebé con ayuda de las mismas funcionarias ucranianas de perfecto español que nos habían asistido también al nacer nuestro primer hijo, una alegría reencontrarlas y recibir nuevamente su cariñosa atención.
En poco más de una hora, que pasamos en un salón de reuniones rodeados de elementos tradicionales argentinos y con un café de por medio, teníamos en nuestras manos el ansiado pasaporte de vuelta a casa.
La Embajadora Elena Leticia Mikusinski se acercó a hacernos entrega de pasaporte junto al Cónsul y sus asistentes. No pudimos más que agradecerles la celeridad para facilitar nuestro regreso a la Argentina, realmente la predisposición del equipo de la Embajada de la República Argentina en Ucrania fue destacable. Como recuerdo, nos regalaron un diploma con la foto de este post.
Y ahora sí, con un pie en el avión…
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